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zarpadeacero

pasaba por aquí...

pasaba por aquí... Cuando me pongo nervioso se me salen los zapatos. Nunca supe la razón, pero es así. En situaciones de estrés, si es verano, termino con un zapato si y otro no. Me gustan las mandarinas con queso por que me saben a fresas con nata. Las fresas con nata me gustan porque me recuerdan a una chopera de Aranjuez. Adoro los huevos fritos con jamón; soy un consumado artista en su confección. Hasta me salen con puntilla, no digo más. Me duermo en funerales, bautizos, bodas y comuniones. Los cumpleaños de mis sobrinos los gestiono con trasferencias bancarias. Tiendo a desencajar el rictus ante conversaciones repetitivas y el uso de coletillas. Levanto una ceja sin darme cuenta si el interlocutor me parece tonto del culo. El número de tontos es infinito -decía Salomón- así que me paso la vida con la ceja levantada. Creo que de ahí me vienen las migrañas. Dice mi hermana que si no le doy pronto salida al género me quedaré para vestir santos, y digo yo, ¿no podría ser para desvestir novicias a punto de profesar? Me debo estar poniendo nervioso, porque se me acaba de salir un zapato...

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